Inicio

  • No man of her own, de Mitchell Leisen (1950) – Guión de Sally Benson

    No man of her own, de Mitchell Leisen (1950) – Guión de Sally Benson

    Suplantación de identidad.

    En una mansión de Illinois, Patrice (Barbara Stanwyck) y Bill Harkness (John Lund) esperan a la policía. Acaban de llamar por teléfono para avisar de que van de camino. Ella le pregunta a él que a quién de los dos van a buscar, y él responde que no lo sabe. Tras esta escena inicial, regresamos al pasado, al punto de partida desde el que arranca todo.

    Veremos a Patrice que ahora es Helen Ferguson. Embarazada de ocho meses, sufre el desprecio y el abandono de su novio, Stephen Morley (Lyle Bettger). No se digna en abrirle la puerta: le pasa por debajo un sobre con un billete de tren y con dinero para que se vaya y empiece su vida de cero sin él. Ya en el tren, Helen conocerá a una pareja encantadora, Patrice y Hugh Harkness (Phyllis Thaxter y Richard Denning). Ella también está embarazada, y gracias a ello se muestran protectores y cariñosos con Helen. Se dirigen a la casa de los Harkness para que Patrice conozca a la familia de su marido.

    Mientras ambas mujeres están en el baño, se produce un terrible accidente. Patrice y Hugh fallecen, pero Helen consigue sobrevivir, así como su bebé. Por un hecho fortuito todos asumen que Helen es en realidad Patrice. Le dan una magnífica habitación en el hospital, su pequeño está en la incubadora muy bien atendido. Cuando ella descubre el error se debate entre confesar la verdad o continuar con la farsa. Hugh le había contado que sus padres tenían dinero, y Helen no tienen nada ni a nadie en la vida. ¿Dónde va a ir con su hijo?

    Lyle Bettger, Barbara Stanwyck y John Lund en un fotograma de la película

    Personajes.

    No man of her own (Mentira latente en castellano) es una película brillante en la que la atmósfera y la voz en off de Helen debatiéndose entre hacer lo correcto o proporcionarle una buena vida a su hijo son los puntos claves para mantener la intriga por todo lo alto. Como viene siendo habitual, Barbara Stanwyck se come la pantalla con su presencia, centrándose en ella toda la historia. Sus gestos de dolor, de miedo, de angustia, resultan en todo momento creíbles y consigue que empatices con la protagonista. Lástima que sus compañeros masculinos de reparto no estén a la altura para darle la réplica que merece.

    Que no se me escape remarcar el papelón de Jane Cowl como matriarca de los Harkness, y las conversaciones mordaces que mantiene con Josie (Esther Dale), el ama de llaves. Sus diálogos son breves, pero más que destacables. Entre otras cosas por otorgarle espacio a dos mujeres de edad avanzada que mantienen en forma su sentido del humor y que gracias a él muestran la complicidad que dos personas que se conocen hace tanto deberían tener de manera natural.

    Jane Cowl

    Planos para recordar.

    Son varios los momentos en los que la posición de la cámara y su empleo como forma de contar historias, más allá del guión, son remarcables. Al comienzo, cuando Helen acude a visitar a Stephen y ella ve que no hay nada que hacer, podemos verla bajando por las escaleras. En un último plano tras su bajada, vemos en el rellano en primer término, en el suelo, el dinero que Stephen le ha dado, y a ella al fondo yéndose del edificio.

    Quizá el momento que más me ha impactado sea cuando llevan a Helen al hospital tras el accidente de tren. La cámara se sitúa desde la mirada de Helen, en la camilla. Ve el techo de los pasillos, a los enfermeros y médicos inclinarse sobre ella, los focos del quirófano. Y todo ello mientras la imagen se vuelve borrosa y nítida de manera intermitente, mostrando así la debilidad de la protagonista.

    No Man of Her Own está dirigida por Mitchell Leisen y con guión adaptado por Sally Benson y Catherine Turney a partir de la novela I Married a Dead Man escrita por William Irish (Cornell Woolrich).

    *Podéis verla de forma legal y gratuita en la web Archive.org, en versión original con subtítulos en castellano: https://archive.org/details/1950-no-man-of-her-own-mentira-latente-mitchell-leisen

  • El misterio del Bellona Club, de Dorothy L. Sayers (1928) #LordPeterWimsey4

    El misterio del Bellona Club, de Dorothy L. Sayers (1928) #LordPeterWimsey4

    Lord Peter Winsey.

    El misterio del Bellona Club es el cuarto libro de la serie de Lord Peter Wimsey. Un detective aficionado, sibarita, bibliófilo y aristocrático. En esta ocasión, nos encontramos en el Bellona, un club social que suele frecuentar el propio Lord Wimsey. Allí aparece el cuerpo del nonagenario general Fentiman, en apariencia fallecido a causa de un ataque al corazón. Lo curioso del caso, es que el cadáver ha estado en el club durante horas sin que nadie se percatase del acontecimiento. Todos los que vieron al general asumieron que estaba durmiendo. Este dato no tendría más relevancia si no fuese porque resulta imprescindible saber la hora exacta del suceso: su hermana lady Dormer también ha fallecido y el contenido del testamento varía en función de quién haya muerto primero.

    La intriga está articulada de un modo impecable, manteniendo en vilo al lector hasta la última página. Estamos ante una novela enigma en la que resulta fundamental dar con el quién, pero en la que prima más el cómo. Y es que hay algo sospechoso en la posición de una de las piernas de Fentiman, y eso nos hace dudar que haya fallecido en el lugar que ha sido encontrado.

    Dorothy L. Sayers

    Cambios sociales.

    La novela está regada de una serie de frases y conversaciones que muestran el trasfondo social de la época en la que fue escrita. Estamos en los años posteriores de la Gran Guerra, un suceso histórico que marcó la vida de los europeos de un modo irreparable. Uno de los cambios sociales fue la salida de las mujeres del ámbito doméstico para trabajar. No había suficiente mano de obra masculina, y ellas fueron quienes ocuparon los puestos de trabajo. Tras el regreso de maridos e hijos a casa, fueron muchas las que se negaron a regresar a su vida anterior tras observar la libertad que la independencia económica les daba.

    «Es deplorable que un hombre tenga que vivir de lo que gana su mujer, ¿verdad? No puedo hacer nada, Wimsey. Me pongo enfermo y tengo que dejar el trabajo. El dinero… no me preocupaba el dinero antes de la guerra, pero te juro que hoy en día cometería cualquier delito con tal de hacerme con unos ingresos medianamente decentes.»

    El misterio del Bellona Club, página 20.

    Uno de los personajes más representativos de esto es George Fentiman, uno de los nietos del fallecido. La relación con su esposa Sheila es de una hostilidad brutal. En este caso, ella no quiere trabajar fuera de casa. Pero eran muchos los hombres que debido a las secuelas físicas o psicológicas se veían en la necesidad de ser mantenidos por sus mujeres.

    «—Supongo que los maridos ya no somos importantes para vosotras, las mujeres progresistas. Cualquier hombre sirve, con tal de que tenga dinero…

    —¿Por qué dices «vosotras, las mujeres progresistas»? Yo no he dicho que piense así. No salgo a trabajar fuera de casa porque quiera, precisamente…

    —¿Lo ves? Te lo tomas todo como si fuera cosa tuya. Ya sé que no quieres trabajar, y sé que es únicamente por la espantosa situación en la que me encuentro. No tienes por qué restregármelo por las narices. Sé que soy un fracasado.

    El misterio del Bellona Club, página 99.

    Bunter y Parker.

    Dos de los personajes que encontramos de forma habitual en la serie de Peter Wimsey (a los que se sumará Harriet Vane en Veneno mortal) son Mervyn Bunter y Charles Parker. Mayordomo de Wimsey el primero e inspector de Scotland Yard el segundo. Ambos resultan fundamentales en la serie, a pesar de tener un papel más secundario en esta entrega. Bunter haría las labores de Watson, mientras que Parker aporta el peso oficial a las investigaciones.

    A pesar de encontrarse descatalogadas, no es difícil hacerse con las ediciones de Lumen de estas novelas en librerías de segunda mano. Es un privilegio que podamos leerlas con una traducción reciente y que fluye a la perfección. A pesar del toque clásico y de misterio de la Golden Age, las novelas de Dorothy L. Sayers han envejecido realmente bien. Algo que suele ocurrir cuando el material original posee la calidad que tienen las novelas de Lord Peter Winsey.

    Título: El misterio del Bellona Club (The Unpleasantness at the Bellona Club).
    Autora: Dorothy L. Sayers.
    Traductora: Flora Casas.
    Editorial: Lumen (2005).
    Año de publicación: 1928.
    ISBN: 9788426415127.
    Número de páginas: 336.
  • Bad mother, de Christa Faust y Mike Deodato (2021)

    Bad mother, de Christa Faust y Mike Deodato (2021)

    De mujer asustadiza a madre coraje.

    April es un ama de casa con una vida monótona y muy convencional. Madre de dos hijos, un niño y una adolescente. Taylor, la mayor, está en esa edad en la que todo lo que digan tus progenitores es susceptible de motivo de disputa. O al menos de salir en la dirección contraria de la que te dicen. El marido de April es un esposo ausente, de esos que viajan tanto por trabajo que en ocasiones su familia se olvida de si sigue viviendo con ellos o no.

    Sin embargo, un día que parecía que iba a ser igual a todos los demás, algo cambia. April será testigo de un atraco. Aún en shock, al llegar a casa confirmará que el novio de su hija no es trigo limpio al ver cómo le ha dejado la cara. No piensa dejar las cosas así. Pero casi sin darse cuenta se verá ante los cadáveres de dos jóvenes y descubrirá que Taylor ha desaparecido.

    Página de Bad Mother.

    La policía no parece muy dispuesta a ayudarla, más aún después de pensar que la historia de los dos cadáveres ha sido una fantasía de April. Cuando descubre el móvil de Taylor en un lugar donde nunca lo dejaría si no fuese a propósito, se da cuenta de que debe tomar cartas en el asunto. Y todos se arrepentirán de que lo haga.

    Christa Faust.

    Christa Faust, escritora de género negro y guionista de Bad Mother, quería contar la historia de una madre normal; de una mujer invisible que debe tomar las riendas de su vida y cambiar su forma de actuar cuando se ve obligada por las circunstancias. De este modo, se aleja de los estereotipos del padre superhéroe. Esa clase de personaje que parece tener un Clark Kent oculto bajo la camisa. April no es así. Es una persona muerta de miedo que llevada al límite se transformará en una madre coraje dispuesta a lo que sea por salvar la vida de su hija.

    Página de Bad Mother.

    A pesar de la violencia extrema de este cómic, todo está planteado de una forma que resulta creíble y verosímil. Conecta más con el realismo sucio que con el thriller, aunque el ritmo sí que podríamos decir que es mucho más elevado a lo que nos tiene acostumbrado ese género. El equilibrio es perfecto y la escena final es el broche de oro a un tebeo plagado de sangre.

    Mike Deodato.

    Si el guion es impecable, el trabajo de Mike Deodato al dibujo no se queda atrás. La oscuridad resalta sobre la luz, y los gestos y las miradas de los protagonistas aportan el contrapunto perfecto al texto de las viñetas. El estilo fotorrealista logra que podamos apreciar los rasgos de los personajes incluso en las ilustraciones de pequeño formato. Y la disposición de las escenas en la página son dinámicas, consiguiendo momentos brillantes como en la que April investiga el móvil de su hija.

    Página doble de Bad Mother.

    La edición de la que os hablo hoy aquí reúne los cinco tebeos de los que se compone la historia. Para que podáis disfrutarla del tirón y sin interrupciones. Y con un formato de lujo en tapa dura.

    Título: Bad Mother.
    Autores: Christa Faust, Mike Deodato Jr.
    Editorial: Panini Ediciones (2021)
    Fecha de publicación: 2021.
    Número de páginas: 128.
    ISBN: 9788413348506
  • Decoy: primera serie de televisión protagonizada por una mujer policía (1957-58)

    Decoy: primera serie de televisión protagonizada por una mujer policía (1957-58)

    Hoy en el podcast Hora de la muerte os hablo de la primera serie protagonizada por una mujer policía. Casey Jones trabaja de incógnito en la ciudad de Nueva York, y resuelve un total de 39 casos, uno por episodio. Una serie fascinante con un montón de elementos para analizar. Espero que os guste:

  • Thelma & Louise, de Ridley Scott (1991) – Guión de Callie Khouri

    Thelma & Louise, de Ridley Scott (1991) – Guión de Callie Khouri

    Thelma y Loise se van de fin de semana.

    Thelma (Geena Davis) y Louise (Susan Sarandon) están planeando irse el fin de semana juntas. A una cabaña en el campo, a cambiar de aires en la naturaleza. Thelma no tiene muy claro si podrá ir y su amiga le insiste en que Darryl es su marido, no su padre. Al final prepara las maletas y se escapa con Louise tras dejarle una nota y la cena preparada.

    Las diferencias entre ambas amigas ya podemos apreciarlas desde las primeras imágenes. Louise trabaja como camarera y Thelma vive por y para atender a su marido. A Darryl no le gusta que ella hable alto o que salga sin su permiso, y tal vez por eso Thelma tiene ganas de divertirse. Paran en un bar y Thelma no tarda en atraer la atención y las miradas de Harlan. La saca a bailar, le invita a una ronda: Harlan sabe que tiene derecho a que pase la noche con él. Se lo ha ganado, es lo justo. Sin embargo Thelma tan solo estaba pasando un buen rato. Y cuando intenta violarla sobre el capó del coche, Louise tomará las riendas para acabar con la vida de Harlan. Se acaban de convertir en dos fugitivas.

    Thelma y Loiuse al principio de su viaje

    Feminismo y sororidad.

    Thelma & Louise es una película de 1991. El asesinato de Ana Orantes tras sus confesiones televisivas de que su marido la maltrataba ocurrió en 1997. En nuestro país estábamos muy lejos aún de poder hablar con la libertad que se habla aquí del acoso, de la violencia de género y de los abusos sexuales.

    Toda la cinta está regada de reflexiones de las dos protagonistas acerca de cómo hacerle frente a este tipo de ataques. Qué es lo legal y qué es lo correcto. Cómo vivir con algo así, teniendo en cuenta además que lo más probable es que no solo no te crean, sino que si lo hacen te culpen a ti de ello.

    Louise: La he bien jodido. Por mi culpa pueden matarnos a las dos. Joder, no sé por qué no fui enseguida a la policía.
    Thelma: Sabes porqué. Lo has dicho antes.
    Louise: ¿Qué es lo que he dicho?
    Thelma: No nos habrían creído. Y además nos habrían arruinado la vida. ¿Y sabes qué?
    Louise: ¿Qué?
    Thelma: Aquel tío me hacía daño. Y si no llegas a aparecer me habría hecho mucho más daño. Y no le habría pasado nada porque todos me vieron bailando con él toda la noche. Habrían dicho que yo me lo estaba buscando. Mi vida estaría mucho más destrozada que ahora. Al menos aún puedo divertirme. Y no siento que ese hijo de puta esté muerto. Siento que le dispararas tú y no yo.

    Thelma y Louise con una imagen mucho más dura tras lo que llevan vivido

    Evolución física.

    Conforme pasan los minutos de película y la vorágine de sucesos van transformando sus vidas, el aspecto físico evoluciona a la par que su forma de afrontar los problemas que surgen en el camino. La ropa, el pelo. Si Davis empieza la historia con un vestido blanco que derrocha feminidad y sensualidad, poco a poco se pasarán a los tejanos y las camisetas de algodón sin mangas. Si Sarandon arranca con un peinado muy formal y un pañuelo que lo protege, termina con sus rizos al aire y un sombrero de cowboy.

    Cuando una está abajo, la otra está arriba. No se permiten caer en las lamentaciones y el llanto a la vez. Siempre hay una dispuesta a tomar las riendas de la situación y tirar de la otra. Se protegen, se cuidan, y aceptan que el destino que han escogido las llevará juntas hasta el final.

    Puede que no tenga mucho sentido que os hable de esta película 31 años después de su estreno en cines. Pero el guión de Callie Khouri me ha hecho reflexionar tanto tras verla de nuevo en estos días que no quería dejar pasar la oportunidad de agregarla a la lista de textos de La Pared Vacía. Khouri consiguió el Óscar a mejor guión original y no puedo evitar pensar que en algunos aspectos es mucho más moderna que las que podemos ver hoy en día en las salas de cine. Igual no es mala idea revisarla cada cierto tiempo para que no olvidemos hasta dónde habíamos llegado hace 30 años.

  • El cadáver con lentes, de Dorothy L. Sayers (1923) #LordPeterWimsey1

    El cadáver con lentes, de Dorothy L. Sayers (1923) #LordPeterWimsey1

    Un cadáver en la bañera.

    Cuando Lord Peter Wimsey se dispone a salir camino de una subasta de libros, su madre le informa de que ha sido hallado un cadáver en la bañera de un arquitecto. Peter no puede resistir la tentación y, como buen detective aficionado, envía a su criado Bunter a la subasta y él se dirige a la escena del crimen. Lo que descubre allí es a un hombre desnudo que lo único que lleva encima es un par de gafas caras. La policía no tardará en elaborar la lista de sospechosos.

    Al mismo tiempo, se denuncia la desaparición de otro hombre, Reuben Levy. Quien se encuentra al frente de este caso es el inspector Parker, un buen amigo de Wimsey. Compartiendo impresiones llegan a la sospecha de que tanto el cadáver de la bañera como el financiero desaparecido son la misma persona. Porque hay más puntos en común entre ambos casos de lo que podría parecer en un primer momento.

    Evolución de un personaje.

    El cadáver con lentes es la primera novela de Lord Peter Wimsey. En ella, Sayers sienta unas bases que con el paso de las entregas veremos que serán más flexibles de lo que estamos acostumbrados a ver en otros autores del género. Si en esta historia descubrimos a un protagonista un tanto frívolo e irreverente, aficionado a las ediciones raras de libros, amante de la música clásica y con un mayordomo que le sirve de Watson, esos atributos se irán diluyendo con el paso de los años convirtiendo al personaje en un detective con más carisma y que no se ciñe tan solo a dos o tres rasgos muy definidos. Si en las primeras novelas parece casi una caricatura de Sherlock Holmes, poco a poco se irá moldeando y tomando un cariz más cercano y menos elitista del que tenía el protagonista de Conan Doyle.

    Retrato de Dorothy L. Sayers, escritora, de joven, con sus características gafas redondas.
    Dorothy L. Sayers

    Este libro fue publicado en 1923 y alcanzó una notable popularidad. No es la mejor obra de Sayers (no olvidemos que es su primera novela, y salva los muebles con nota), pero resulta interesante leer entrega a entrega y ver la evolución del personaje a lo largo de los libros. Tanto cambia, que llega a cederle protagonismo a algunos de los secundarios que pululan por sus libros (como en Veneno mortal) o a crear un maravilloso personaje que se comerá a Lord Peter: Harriet Vane. La reconversión de Watson en Harriet Vane es uno de los mejores giros que Sayers podía regalarnos.

    Cómo, dónde, cuándo, por que.

    En las novelas de Sayers siempre se le otorgó un peso mayor a la pregunta ¿cómo lo hizo? que ¿quién lo hizo? Los asesinatos suelen contener una puesta en escena muy elaborada que resulta muy compleja de desentrañar. Pero la suspicacia y la inteligencia de Lord Peter Wimsey serán capaces de tumbar cualquier tipo de duda sobre cómo se ha llevado a cabo un crimen.

    Debido a ello, una de las partes más fascinantes de la novela la encontramos en las elucubraciones y teorías que se plantean a lo largo del libro y cómo se desmontan. Wimsey no es uno de esos detectives que con solo visualizar la escena del crimen tiene claro cómo ha pasado todo y quién es el asesino. Teoriza, prueba, investiga, interroga hasta dar con la solución. De ese modo, juega al despiste con el lector para que este sospeche de cada uno de los personajes que transitan por el libro. Un magnífico divertimento perfecto para los amantes de los enigmas y los puzzles.

    *Resulta realmente interesante leer las cartas que Dorothy L. Sayer escribió desde que terminó de escribir esta novela hasta que consiguió publicarla. No fue un camino fácil al igual que no lo es para ningún autor novel. Incluso en una carta escrita a sus padres el 14 de febrero de 1922 les dice «No good news of Lord Peter. I got exasperated, and sent him to an agent —who immediately died! I think of advertising him as ‘the book that killed an agent’…» Desde luego, sentido del humor no le faltaba.

    Título: El cadáver con lentes (Whose body?)
    Autora: Dorothy L. Sayers.
    Traductora: Silvia Serra. 
    Editorial: Bruguera (1983).
    Año de publicación: 1923.
    ISBN: 8402094104.
    Número de páginas: 79. 
    Con ilustraciones.
  • Esclavas, de Alicia Palmer y Bosco Rey-Stolle (2014)

    Esclavas, de Alicia Palmer y Bosco Rey-Stolle (2014)

    Alex, Asier, Jaime, Luis, Pablo, Albert, Paco, Vicente, Pedro y Fernando.

    Jaime es voluntario en un comedor social. A la salida, se reúne con un amigo al que le cuenta que el próximo viernes se reunirá en Madrid con unos japoneses por negocios. Quiere cerrar un acuerdo con ellos, y su amigo lo ve claro: la mejor manera de causarles buena impresión es la de cerrar la noche contratando los servicios de dos profesionales. Como bien le dice a Jaime, debe tomarse ese desembolso de dinero como una inversión. Al igual que puede serlo llevarle a un buen restaurante.

    Albert recoge basura de las playas y Pablo es sacerdote. Mientras trabajan en el separado de los residuos recogidos por Albert, hablan de que más tarde irán a la despedida de soltero de un amigo común. Y que han contratado un reservado en el Afroditas con dos mulatonas brasileñas incluidas.

    Paco y su padre tienen una empresa de transportes. Mientras consiguen trabajo, emplean su nave para almacenar los muebles de aquellos a los que han desahuciado de sus casas y no son de este país. Momentos después, Paco realiza un viaje. Pasa frente a un club de carretera y se pregunta si podrá dejarles su tarjeta por si pueden hacer negocios con ellos.

    Viñeta de ‘Esclavas’

    Trata de personas.

    A través de las historias de diez hombres, Alicia Palmer y Bosco Rey-Stolle nos presentan distintas situaciones en las que es posible posicionarse frente a la trata de personas. Cualquier pequeño gesto de apoyo o de colaboración con aquellos que viven de explotar a otras supone no ayudar a que pueda erradicarse.

    La elección de los diez hombres no es casual. Todos, en apariencia, son personas comprometidas. Sea con el medio ambiente, con los derechos de los animales, con los inmigrantes o con aquellos que deben vivir con alguna dificultad de movilidad. A pesar de que todos ellos se vuelcan con causas justas, no parecen ver la injusticia que hay detrás de este tipo de servicios.

    Si las historias de estos personajes no fuesen suficientes, también conoceremos las de Natasha, Thais, Gisela, Venus y Sara. Mujeres que se han visto obligadas a vender su cuerpo a través de diferentes modos de captación y que se ven atrapadas en una forma de vida de la que no ven escapatoria.

    Alicia Palmer

    Texto más allá de la viñeta.

    Un prólogo y algunos anexos nos arrojan más luz y datos estadísticos sobre la trata de personas. España es uno de los países donde el consumo de prostitución está menos desprestigiado. Este consentimiento social influye en el proceso de socialización de los chicos y jóvenes con sus compañeras. Las adolescentes asimilan desde muy pequeñas que la prostitución es un posible nicho laboral para ellas (cuántas veces habremos oído lo de ‘si te van muy mal las cosas, siempre puedes meterte a puta’). Y sus compañeros también aprenden que ellas pueden ser compradas para satisfacer sus deseos sexuales.

    Sin una educación sexual de base que enseñe a los niños y las niñas que deben relacionarse de igual a igual en todos los aspectos de la vida, será imposible tener adultos responsables y respetuosos con el prójimo. El sexo será aprendido como un elemento de dominación en el que uno de los dos puede ejercer violencia sobre el otro. Y en un mundo en el que el feminismo, por suerte, está abriendo los ojos a un porcentaje importante de la sociedad, no será posible practicar este sometimiento si no es a través de un sistema de compraventa y de explotación de personas.

    El cómic tiene una clara intención didáctica. A pesar de abordar temas que pueden parecer obvios, viendo cómo sigue la situación no lo parecen tanto. Este cómic se ha llevado a cabo gracias a la colaboración de ‘Médicos del mundo’.

    Título: Esclavas.
    Autores: Guión de Alicia Palmer y dibujo de Bosco Rey-Stolle.
    Editorial: Edicions del Ponent
    ISBN: 9788415944164
    Número de páginas: 124.
  • Carolina Invernizio, la precursora del ‘giallo’ italiano (1851-1916)

    Carolina Invernizio, la precursora del ‘giallo’ italiano (1851-1916)

    No sé si todos los que me seguís por aquí sabéis que hace unos meses me lancé al maravilloso mundo del podcasting con Hora de la muerte. El caso es que hoy arranco la temporada hablándoos de una escritora increíble que descubrí este verano de manera fortuita. Ella es Carolina Invernizio, una escritora de folletines en los que la intriga y el suspense jugaban un papel fundamental. Debido a una serie de características, podemos afirmar que fue una adelantada a su tiempo. Y que instauró algunos de los elementos del giallo italiano mucho antes de que el género se desarrollase en este país.

    Por aquí os dejo los reproductores de Ivoox y de Spotify, pero también podéis buscarlo en vuestra plataforma de podcast favorita.

  • Miss Pinkerton (1932) // The Nurse’s Secret (1941) – Películas basadas en una novela de Mary Roberts Rinehart

    Miss Pinkerton (1932) // The Nurse’s Secret (1941) – Películas basadas en una novela de Mary Roberts Rinehart

    Hilda Adams, detective privada.

    La enfermera Hilda Adams es reclutada una vez más por la policía para que les ayude a resolver un caso. Un hombre parece haberse suicidado en su habitación, aunque también existe la posibilidad de que el arma se le haya disparado por error. De cualquier manera, la madre de Herbert Wynn (el joven que ha fallecido) sufre un shock y esto les dará la excusa perfecta para introducir a Adams en la casa familiar.

    Resulta curioso ver dos películas que, en esencia, son exactamente iguales pero que difieren en algunos puntos muy relevantes. Estoy hablando de la adaptación al cine de la novela Miss Pinkerton de Mary Roberts Rinehart, una de las aventuras de la enfermera detective Hilda Adams que fue adaptada no una, sino dos veces. Lo más llamativo del caso es que la versión de 1941 es un remake de la de 1932. Tanto, que algunos de los planos están calcados de una a otra de una forma literal (el plano de arranque es maravilloso y por suerte se mantuvo en ambas cintas).

    Miss Pinkerton, 1932

    Parecidos y discrepancias.

    A pesar de sus similitudes, hay ciertas diferencias porque la adaptación de 1932 es pre-code. La presentación del personaje de Hilda da buena cuenta de ello: una joven y atractiva enfermera entra en una sala donde algunas compañeras están charlando, comenta que está aburrida y se desnuda sin ningún tipo de pudor. Bajo el uniforme, eso sí, lleva una combinación. Pero en el plano siguiente podemos seguir viéndola de esa guisa leyendo sobre la cama.

    También tenemos un momento magnífico en el que el detective y Hilda se abrazan de forma muy cariñosa. Y tras hacerlo, se separan unos instantes para preguntarse el uno al otro si están casados. Cada vez que me encuentro este tipo de diálogos no puedo evitar comprobar si la cinta es anterior a 1934 para escandalizarme de que algo así pasase la censura o no.

    El guión de ambas historias se basa, como comentaba más arriba, en una de las novelas de la serie de Hilda Adams de Mary Roberts Rinehart. En ambas adaptaciones hay un importante peso de la trama romántica entre la enfermera y el detective al cargo de la investigación, algo que no deja de chirriarme en una historia surgida de la pluma de Rinehart —experta precisamente en personajes femeninos solteros y que demuestran que no necesitan a los hombres en sus vidas.

    The nurse’s secret, 1941

    Guión.

    Hay diversos matices en el personaje de Hilda. En la versión del 32 es una mujer mucho más joven, más atractiva y más desenfadada. Incluso uno de los personajes de la película muere debido a una supuesta negligencia médica, y la muchaca no se lleva un mal rato. Ni por un segundo. En la del 41, encontramos a una actriz algo mayor, más tranquila y madura, y diría que con más carácter. El tono que el director imprime al personaje en ambas cintas en bastante diferente, con lo que consigue también que la primera se asemeje más a una historia cómica con cierto misterio y que la segunda pueda ser tomada más en serio.

    Si nos ceñimos tan solo al guión, la película tiene varios fallos. La trama se pierde de manera constante por supuestas sospechas que no llegan a ninguna parte. Sin embargo, podríamos afirmar que estos desaciertos se contrarrestan con el elemento visual. Algunos planos son dignos de paladear una y otra vez, y las tomas de las escaleras y los cuartos en penumbra dan buena cuenta de lo que es la esencia del cine negro como concepto visual.

    *La versión de 1932 está dirigida por Lloyd Bacon. Es más difícil de encontrar, pero yo logré verla aquí (me faltaron los subtítulos, así fuesen en inglés, pero es verdad que se entiende bastante bien): https://archive.org/details/miss-pinkerton-joan-blondell-george-brent-1932

    *La versión de 1941 está dirigida por Noel M. Smith. Podéis encontrarla sin problemas en Youtube. Eso sí, con subtítulos automáticos. Que no son lo ideal, pero algo es algo.

  • Shining Girls, de Silka Luisa (2022)

    Shining Girls, de Silka Luisa (2022)

    La confusa vida de Kirby.

    Kirby (Elisabeth Moss) trabaja en el archivo del Chicago Tribune. Nadie parece conocerla más allá del carrito de las carpetas con el que recorre la oficina. Tímida, cohibida e insegura, lleva un registro de todo lo que la rodea: en qué piso reside, cómo se llama su mascota, en qué lugar se sitúa su mesa en la redacción. Esas anotaciones son necesarias para su supervivencia, como una especie de ancla que le impida salir por los aires. Sin embargo, no tardamos en ver que debido a una anomalía temporal todo cambia a su alrededor. Su peinado, su gato por un perro, el apartamento en el que vive y con quién habita en él.

    Al mismo tiempo, descubriremos que Kirby hace años sufrió un terrible asalto que la dejó marcada de por vida. De forma física, pero sobre todo anímica. Cuando descubre la noticia de que ha sido hallado el cadáver de una mujer con los mismos cortes que ella tiene en su cuerpo, sabe que no es la única víctima de este hombre y que ahora puede tener posibilidades de encontrarle.

    Elisabeth Moss como Kirby

    Harper Curtis.

    La serie Shining Girls está basada en la obra homónima de la escritora Lauren Beukes. En su momento fue una lectura que me marcó mucho, y me he acercado a la serie con ciertos recelos, lo reconozco. Cuando algo te gusta mucho sueles tener miedo de que ‘lo estropeen’ (signifique esto lo que signifique, y se lo estropeen a quien se lo estropeen). No he querido releer la novela para no tenerla fresca: quería valorar la serie como producto aislado.

    Es inevitable recordar algunos elementos fundamentales de la trama. Pero en conjunto no recordaba los giros del argumento, ni siquiera el final. Elisabeth Moss está espléndida siempre en estos papeles a medio camino de víctima y heroína, con momentos plagados de demonios en contraposición con aquellos en los que toma las riendas de su vida.

    Pero si tengo que quedarme con un actor en este caso sería con Jamie Bell como Harper, el asesino de la historia. Creo que han conseguido escribir para él un papel perfecto que nos ayuda a entender al personaje, su magnetismo y por qué las mujeres le temen dentro de una apariencia en principio tan normal. Sus miradas y sus sonrisas consiguen que sientas escalofríos, y que retrasen la aparición de la violencia explícita creo que es un enorme acierto (sabemos cómo mata, pero no le vemos en acción hasta pasados algunos capítulos).

    Jamie Bell como Harper Curtis

    Adaptación de una novela.

    El argumento de la novela es complejo para llevarse a la pantalla. Más aún en una serie de corte realista como suelen ser los thrillers. La introducción de elementos sobrenaturales no suele entusiasmar a los amantes del crimen. Pero la historia de Lauren Beukes era tan sólida que diría que la guionista Silka Luisa lo ha tenido un poquito más fácil.

    Creo que también es un elemento digno de destacar la amistad tan sólida que se forma entre Kirby y Dan Velázquez, el periodista que la ayuda con el caso. No hay ni rastro de sexualización en su relación, dejando claro que es posible que dos personas sean amigas por encima de todo lo demás. Algo que puede parecer evidente, pero que en la ficción televisiva a veces parecen olvidar.

    Y también la relación entre Kirby y Jin-Sook. Y la aparición de Klara.

    Como veis, la serie da para desgranar y comentar largo y tendido. Apuntadla en vuestra lista de pendientes y no la dejéis escapar.

Blog de WordPress.com.

Subir ↑