El caso de Marlyne Principaux
La letrada Susane recibe una solicitud para ocuparse de un sumario. Ella está acostumbrada a enfrentarse a casos de perfil bajo y, sin saber muy bien cómo, se ve al frente de la defensa de una mujer que ha asesinado a sus tres hijos. Ella es Marlyne Principaux, y es su marido Gilles quien se pone en contacto con la letrada Susane para que le ayude a defender a su mujer ante los tribunales. Esta sería la premisa de arranque de Mía es la venganza.
El primer problema surgirá cuando la letrada Susane comprenda en su fuero interno los motivos de esta elección: Gilles Principaux la ha escogido a ella, precisamente a ella, porque treinta años atrás sucedió algo en el dormitorio de él. Ese algo no está del todo claro: como todo en esta novela está cubierto de una pátina de duda y niebla. Ella no recuerda bien, y el señor y la señora Susane no parecen estar por la labor de ayudarla a resolverlo; creen que es mejor dejar las cosas como están y no remover el pasado. Todo sugiere que él abusó de ella de algún modo, pero parece imposible desentrañar este misterio.
Mientras todo esto sucede, la letrada Susane también se relacionará con Sharon. Ella es una mauriciana con papeles a quien la letrada Susane creer que debe ayudar a toda costa. Debido a ello, la emplea en su hogar para que se ocupe de la limpieza del mismo. Pero a su vez se siente tan mal por hacerlo que deja la casa impoluta cada día antes de que ella se presente. La letrada Susane va a ayudarla con su caso, pero para ello necesita unos documentos que Sharon no parece dispuesta a darle. Todo son evasivas y pretextos.

Una novela compleja
Mía es la venganza es una novela en la que las sombras predominan por encima de las luces. El motor que impulsa toda la narración son los personajes y sus relaciones, focalizándose todo en la letrada Susane. A pesar de ser ellos el elemento de mayor peso de la obra, no llegamos a conocer del todo a ninguno de ellos. No se nos muestran por completo sus motivaciones, sus dudas ni sus miedos.
Sabemos que Sharon no quiere entregar los papeles a la letrada Susane, pero no alcanzamos a ver sus verdaderas razones. La señora Susane no quiere confirmarle a su hija que el joven con el que estuvo en aquel dormitorio se apellidaba Principaux. Gilles no muestra de forma abierta su repulsa hacia el crimen cometido por su mujer.
Todo se presenta velado, confuso. Esta no es una novela de certezas: cuando finalizas la lectura tienes muchas más preguntas que respuestas. La experiencia lectora se convierte en un juego de espejos, en una búsqueda de la verdad. Quién miente y por qué. Quién se miente y por qué.
Estilo de Ndiaye
Si todo es tan confuso, ¿qué es lo que resulta tan hipnótico para que no abandones la lectura de Mía es la venganza? Ante todo, el juego a tratar de desentrañar todo aquello que nos está contando Ndiaye. Pero, por encima de cualquier elemento relacionado con la trama, el estilo de la autora.
Frases cortas, reiteraciones continuas (en esta reseña he jugado a ello tal y como hace ella con las menciones a la letrada Susane), la incógnita sobre los nombres de algunos de los personajes, y las relaciones que los unen. Y los alegatos en los que Gilles y Marlyne exponen los hechos del día del crimen con una serie de recursos agramaticales (como la propia traductora Palmira Feixas ha denominado por redes sociales) a través de repeticiones extenuantes de las conjunciones pero y porque.
«Pero sí, pero estoy bien donde estoy, pero todo el mundo es amable conmigo ahora. Pero al principio era diferente, pero lo entiendo, pero no le reprocho nada a nadie, pero ahora me acepta tal y como soy, con lo que hice, aunque sea difícil para algunas de las mujeres que me rodean, pero ahora me aceptan, sí.»
Mía es la venganza, pág. 107
El título
Mía es la venganza deja tantas respuestas sin contestar que incluso dudamos de la intencionalidad del título una vez acabamos la lectura. Mía es la vengaza. ¿De Marlyne, de la letrada Susane, de quién exactamente? Si sois amantes de los libros claros y cerrados, aquellos que no te hacen pensar ni cuestionarte a cada vuelta de hoja qué está pasando en esas páginas, huid de este libro. Sin embargo, si os gustan las novelas con un estilo depurado y complejo, con frases medidas al milímetro y que os ocasionarán más molestia que placer, este es vuestro libro.
Título: Mía es la venganza (La vengeance m'appartient) Atora: Marie Ndiaye. Traductora: Palmira Feixas. Editorial: Gatopardo (2021). Año de publicación: 2021. ISBN: 9788412302158. Número de páginas: 216.
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