Blood (2018) – Serie de Filmin

Cat (Caroline Main) siempre ha sido la oveja negra de la familia Hogan. Desde pequeña ha sido acusada de inventarse historias y nunca ha terminado de encajar en la foto familiar. Lleva manteniendo las distancias desde hace años, y cuando su madre Mary (Ingrid Craige) fallece de manera repentina y regresa a casa, nada parece haber cambiado. En el Condado de West Meath el tiempo se ha detenido, será como regresar a la niñez. Allí tendrá que hacerle frente a su padre Jim (Adrian Dunbar), a su hermana mayor Fiona (Graine Keenan) y a su hermano Michael (Diarmuid Noyes).

Pronto veremos que los secretos y los rencores inundan cada rincón de la casa. Y debido al extraño comportamiento de su padre, Cat no tardará en presentir que está ocultando algo y que, de algún modo, está implicado en la muerte de su madre.

Imagen de la actriz protagonista de la serie Blood, Caroline Main, bebiendo vino en la barra de un bar.
Caroline Main como Cat

Equipo de mujeres al frente.

Blood tiene al frente como creadora y guionista a Sophie Petzal, y comparte dirección con Lisa Mulcahy y Hannah Quinn. Tal vez sea debido al lugar donde transcurre, tal vez sea por desarrollarse ante una población pequeña y asfixiante, recuerda en algunos momentos a Broadchurch. Casi desde los primeros minutos, la intriga atrapa al espectador, y jugará con él desvelando poco a poco pequeños retazos de información.

En Blood se recurre a la ya conocida estrategia de poner en entredicho la estabilidad de la protagonista, en parte por ese pasado en el que todos saben de sus buenas artes para tergiversar acontecimientos. Y, a pesar de ser una herramienta usada casi en exceso en otras series, es cierto que aquí se consigue un perfecto equilibrio a través de giros en la trama que darán ese contrapunto de realidad. Nadie se libra de sospechas y podríamos afirmar que, en un momento u otro de la serie, llegamos a presuponer que cada uno de los personajes está escondiendo algo.

Puede que uno de los factores que más me han gustado de esta serie sea la respetuosa representación de la muerte. En las series de corte criminal es habitual que se frivolice en exceso con los cuerpos que deben ser investigados, como si tan solo se tratasen de una pieza más de la escena del crimen. En Blood asistimos al velatorio, a la preparación de la comida de dicho velatorio, al dolor de la pérdida, al funeral. Se llora a los muertos, se siente su marcha. El factor humano es fundamental para comprender el devenir de esta trama, y eso le aporta un enorme valor.

Los actores Graine Keenan, Diarmuid Noyes y Caroline Main en un fotograma de la serie, cantando en un entierro.
Graine Keenan, Diarmuid Noyes y Caroline Main

Miniserie.

La serie de compone de tan solo seis capítulos, y no necesita ni uno más para desarrollar toda una red de secretos y mentiras en torno a la familia Hogan. A pesar de contar con el protagonismo de Cat, no será el único punto de vista con el que contemos. Ahí radica el éxito de su desarrollo. A pesar de contar con un grupo más o menos reducido de protagonistas, con el paso de los capítulos irán incorporándose poco a poco secundarios que cobrarán una importancia vital en la historia y harán que esta sea más y más rica en matices.

No quiero dejar pasar la oportunidad de destacar el papel de Cillian O’Gairbhi como Barry, el mejor amigo de Cat en la infancia. Un personaje atormentado desarrollado de manera excelente por este actor irlandés. Uno de esos secundarios sin los que la trama principal no brillaría tanto.

Podéis disfrutar de esta serie en Filmin.

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