Sofía, más conocida como La Impugnada, se ha tirado al patio de su casa desde un sexto piso. Ninguno de los vecinos da crédito a lo que están viviendo, y todos ellos comentan —desconcertados— que se habrían sorprendido menos si hubiese sido su hermana Carmina la que se hubiese precipitado ventana abajo. Uno de esos vecinos es la madre de Gracia. Y Gracia es nuestras protagonista, una investigadora de fraudes a la Seguridad Social que ha regresado a su Oviedo natal después de dejar atrás un pasado tormentoso en Estados Unidos.
Lo que callan los muertos transcurrirá entre la investigación de uno de esos fraudes y las sospechas de que La Impugnada no ha podido quitarse la vida sin ayuda. Ninguno de los que la conocían le encuentran sentido a este acto, e interrogando a unos y a otros tratarán de esclarecer la verdad de todo lo ocurrido.
Como podéis imaginar por la profesión de la protagonista, no estamos ante una novela policíaca al uso, ni tan siquiera de detectives. Es cierto que la protagonista es investigadora, pero tan solo de fraudes, y el procedimiento seguido durante la trama es por completo amateur. Este punto puede echar para atrás a algunos lectores acostumbrados a las novelas procedimentales, y atraer a otros que disfrutan de personajes más cercanos y cotidianos.

Si tuviera que recomendar esta novela lo haría principalmente por dos motivos. En primer lugar, la relación de Gracia con su madre. Una mujer viuda que vuelve a tener a su hija cerca de casa, y a la que recurre en cuanto tiene oportunidad. A pesar de sus desavenencias, la relación de complicidad y confianza que mantienen nutre a esta novela de conversaciones de lo más divertidas, construyendo casi sin querer una duplicidad al más puro estilo de Holmes y Watson. En segundo lugar, el protagonismo y la fuerza de los personajes femeninos. No solo la propia protagonista y su madre, sino también su hermana Bárbara, su amiga Sarah y sobre todas ellas la magnífica Sor Florencia.
Otro de los puntos fuertes resulta el magnífico retrato de las ciudades de provincias en las que todavía todos los vecinos se conocen y en las que tienes amistades que perduran desde la infancia. Resulta llamativo el empleo de estos elementos para la resolución de las dos tramas que se plantean en el libro, porque no es algo demasiado explotado en el género en nuestro país. Y quién mejor que el vecino que comparte contigo pared y escalera, que te conoce desde que apenas sabías caminar, para saber el tipo de persona que eres.
Es cierto que hay algunos momentos en que se sospecha que nos encontramos ante una primera novela y que tiene pequeños fallos. Pero si eres de esos lectores que se dejan arrastrar por la inercia del argumento, disfrutarás como un niño. Imprescindible para habitantes y amantes de la ciudad de Oviedo, que la escritora recorre de local en local y de restaurante en restaurante. Quizá pueda resultar un poco pesado ese tour cuando desconoces los lugares más característicos de la ciudad, pero para aquellos que la hemos recorrido decenas de veces resulta un verdadero placer.
Título: Lo que callan los muertos. Autora: Ana Lena Rivera. Editorial: Maeva (2019) ISBN: 9788417108779. Páginas: 312. Precio: 19€. Ficha del libro en la web de la editorial: https://www.maeva.es/colecciones/maeva-noir/lo-que-callan-los-muertos
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