Reunión de antiguas alumnas
Harriet Vane se traslada a Oxford para acudir a una reunión de antiguos alumnos. A pesar de que no ha querido asistir nunca, se sorprende de lo grato que es el reencuentro con antiguas compañeras y profesoras. Pero al final de la noche encontrará un dibujo de lo más ofensivo, y una nota siniestra en la manga de su toga. Esta es la premisa de Los secretos de Oxford de Dorothy L. Sayers, décima entrega de la serie de Peter Wimsey.
Estamos ante una novela atípica dentro del género y dentro de la trayectoria de la escritora. El caso a investigar, al menos en un comienzo, consiste en una serie de amenazas y de actos vandálicos. Se desconoce si provienen de una alumna, de una criada o de alguna de las profesoras. Todas y cada una de ellas son sospechosas. Para este libro, Sayers se inventó una universidad completa para mujeres en la universidad de Oxford. Ya sabéis que a veces es necesario que la ficción se adelante a la realidad para que podamos visualizar que determinadas acciones, lugares o situaciones se puedan materializar.
«…cuando un hombre antepone su vida pública a su vida privada, produce menos indignación que cuando una mujer hace otro tanto, porque las mujeres, por la educación que han recibido, están más acostumbradas que los hombres a ser relegadas.»
Los secretos de Oxfords, Dorothy L. Sayers, página 236
Universidad de Oxford
A poco que investiguemos un poco, podremos descubrir que se desconoce la fecha de inicio de la actividad de la universidad de Oxford. Pero vamos, que se sabe que allí se realizaban ya estudios en 1096 (sí, no me he confundido de año).
Las primeras universidades para mujeres, Lady Margaret Hall y Somerville College, se fundaron en 1878 y las primeras alumnas fueron admitidas un año después. Y aunque cinco años después empezaron a hacer exámenes, hasta 1920 no se concedieron títulos femeninos. Las universidades para mujeres recibieron el estatus universitario completo solo en 1959, y el estudio conjunto se convirtió solo en 1974. En 2018 las alumnas ya superaban en número a los alumnos en cuanto a estudiantes matriculados. (fuente: https://poradnuk.com.ua/es/universidad-de-oxford.htm)

Novela atípica
El caso es que, como os decía, es una obra atípica como novela de misterio. Todos sabemos lo encorsetados que eran este tipo de libros en la Golden Age, con unas reglas muy marcadas y una estructura que se repetía (con algunas variaciones, por supuesto). Aquí estamos ante una historia en la que la investigación de los delitos irá cobrando peso con el paso de las páginas.
La búsqueda de conclusiones se convertirá en el hilo conductor del libro tan solo cerca del final, algo que dentro de una novela policíaca es algo muy poco común. La recolección y el análisis de las pistas se mantienen de manera constante durante todos los capítulos, pero como un elemento casi hasta secundario.
«Todas las mujeres son sensibles a la crítica masculina, mientras que los hombres no lo son a la crítica femenina. Desprecian a las mujeres críticas.»
Los secretos de Oxford, Dorothy L. Sayers, página 85
Tratado feminista
Lo que sí parece ser, en realidad, es un tratado para analizar el rol de las mujeres en la sociedad. Harriet Vane lleva varias novelas rechazando las proposiciones de matrimonio de Peter Wimsey. Él no parece cansarse, ya se lo toma como un juego: una vez al trimestre le deja caer la pregunta.
Pero Harriet no deja de tener mil dudas que no consigue resolver. No quiere supeditarse a una pareja, no siente deseos de tener que cuidar de su marido, ni de cocinarle, ni de limpiar su casa. Por suerte, Wimsey tiene mucho dinero, y muchas de esas preocupaciones en realidad no son tales. Pero como escritora de éxito se niega a ser una actriz secundaria de su vida. Y no será hasta que descubra que Peter la considera como una igual a él que empiece a darse cuenta de que el matrimonio puede tener cabida en su vida.

Modernidad
Estamos ante una obra de una modernidad en las cuestiones que plantea que abruma. Sayers introduce personajes con todo tipo de visiones. De este modo, algunos serán modernos y feministas. Pero también los habrá que afirmen que las mujeres están robándole el trabajo y el sustento a los hombres con ese empeño de querer ganarse la vida por sí mismas. Las teorías no son para nada unidireccionales, algo que hace que las reflexiones sean mucho más interesantes por el debate que se genera.
«…la norma que parecía imperar consistía en que una gran mujer debía morir soltera, algo que a la señorita Schuster-Slatt le disgustaba, o encontrar a un hombre aún más grande que se casara con ella. Y eso limitaba tremendamente la capacidad de elección de una gran mujer, ya que, a pesar de que abundan los grandes hombres, el mundo estaba más poblado de hombres normales y corrientes. Por otra parte, un gran hombre podía casarse con quien quisiera, sin limitarse a las grandes mujeres; es más, se consideraba encomiable y encantador que escogiese a una mujer sin la menor grandeza.»
Los secretos de Oxford, Dorothy L. Sayers, página 83
¿Y dónde entra Peter Wimsey en todo esto? Porque debemos recordar que es una novela de la serie de este personaje. Pues entra de vez en cuando y sobre todo al final para resolver el caso. Sayers sabía que debía dejar el protagonismo de esta parte a su detective profesional, del mismo modo que no tenía sentido una mayor presencia en las disquisiciones sobre teorías feministas.
Conclusión
Es extraño. En la primera versión de esta reseña os confesaba que, a pesar de que la novela me había encantado, se me había hecho un poco larga. Es cierto que en el momento que un libro sobrepasa las 400 páginas, yo ya lo miro con recelo. La experiencia de todos estos años de lectura me ha demostrado que muy pocos libros de tantas páginas no tienen paja en alguna parte.
Este la tiene. Sin embargo, una vez pasado el trago de ver que no llegaba al punto final, con el paso de los días veo que me ha gustado incluso más de lo que había pensado en un primer momento. Estamos ante una novela excelente. Única. Diferente. Esta es uno de esos gloriosos casos en que el gancho de un misterio sirve para introducir un montón de cuestiones que (seguramente) los lectores de la época no habrían leído de otro modo.
Creo que es una de esas historias que han envejecido de maravilla con el paso de los años, y que seguro que se disfruta más ahora que cuando se publicó. Tenemos ante nuestras manos el testimonio de una forma de sentir y de pensar, una herramienta histórica que refleja la mentalidad feminista del momento.
Título: Los secretos de Oxford Autora: Dorothy L. Sayers Traductora: Flora Casas Editorial: Lumen (2009) Año de publicación: 1935 ISBN:9788426417008 Número de páginas:600