Las colecciones de relatos suelen ser una forma excelente de acercarse a la prosa de un autor. Más aún si, como esta, surge de manera arbitraria gracias a la recolección de historias creadas en diferentes momentos y para distintos tipos de publicaciones. En Estados Unidos sigue siendo frecuente la publicación de cuentos en revistas literarias y, gracias a estos medios, podemos contar con la creación de volúmenes tan impactantes como este Tierra vencida.

Unemployed Coal Miner’s Daughter Carrying Home Can of Kerosene – West Virginia 1938
Doce son las historias que contiene este volumen, unas más breves que otras. En origen, algunas fueron publicadas en los años 90 y otras ya en los 2000. Es por ello que este libro se muestra tan representativo de una escritora por completo desconocida en estas latitudes. El estilo de Ann Pancake ha sido comparado con el Steinbeck en parte debido a que sus ficciones se enmarcan en Virginia Occidental, un lugar en el que parece haberse detenido el tiempo y que ha sido considerado como el más triste y pobre de todo EE.UU., según una reciente encuesta. Ya podéis imaginaros el tono y las sensaciones que transmite Pancake.

Coal miners child with pipe and gun – West Virginia 1940
A pesar de sus diferentes argumentos en los relatos de Tierra vencida encontramos varios nexos de unión. Los narradores de todos ellos se enmarcan en unas edades que rondan la adolescencia —a excepción de Chicos redneck, en el que deja claro que su protagonista acaba de alcanzar la treintena. Sin embargo, año arriba o año abajo, todos ellos tienen una mirada que combina la juventud de su edad con la madurez que proporciona el paraje donde se ambientan las historias. Los Apalaches son un emplazamiento hostil, duro, aislado. Pese a la inocencia que se puede apreciar en algunos puntos, predominan una sensatez y una sabiduría que se alejan mucho de la que pueden tener los adolescentes de otros lugares de su misma edad. La protagonista de Wappatomaka se enfrenta con total naturalidad a las crecidas de los ríos, sabiendo que debe subir a la primera planta de la vivienda todo aquello que no quieren que se eche a perder. La de Hierba alta, convierte a su madre en abuela a los veintisiete, y a su abuela en bisabuela a los cuarenta y dos. Y la de Renacimiento se enfrenta en soledad al parto de su hijo muerto.

Mother, Wife and Child of Unemployed Coal Miner – West Virginia 1938
Las relaciones paternofiliales, más incluso que las maternofiliales, resultan imprescindibles en el aprendizaje de cada uno de los personajes. La relación con el entorno, con el mundo de las minas de carbón, con el frío de los inviernos —unos de esos fríos que provocan que las personas exuden vapor. Las experiencias y vidas narradas son fruto de la supervivencia y, como se puede ver en A por leña, el desencanto es una constante en sus vidas:
«…entonces supe que, aunque ni ella ni yo éramos felices, al menos ella había aprendido a no hacerle demasiadas preguntas a su decepción».
Otro de los puntos interesantes a nivel estructural es que en algunas de las historias tendrás que llegar casi hasta el final para saber si estamos ante un narrador o una narradora. Y eso es debido a que no tiene la más mínima relevancia. Las experiencias, los sentimientos, las emociones mostradas en este libro son de carácter universal, y esto conlleva una despersonalización total de las voces que difunden esas ideas. Me atrevo incluso a aventurar que la autora juega con los prejuicios del lector a través de diversos comportamientos de sus protagonistas, para que nos demos cuenta de que es nuestra mente la que le asigna una voz u otra, no ella.

Child of coal miner, Jere, Scotts Run, West Virginia, 1938
Aunque leer una versión traducida siempre juega en contra a la hora de valorar la riqueza del uso del lenguaje, para ello sale en nuestra ayuda el traductor Javier Lucini. Hay que añadir que se puntualiza en la página de créditos que esta traducción no habría sido posible sin la colaboración de Tomás González Cobos y de la propia Ann Pancake. Y es de recibo remarcar que el texto resulta del todo fluido y sin fisuras. A esto me gustaría añadir la calidad de la edición de Dirty Works, con un ejemplar en rústica cosida en la que el color negro de las páginas que titulan los relatos proporcionan un matiz que le da homogeneidad a la obra.
Listado de los relatos de Tierra vencida y sus lugares de publicación originales:
- Sin fantasmas – “Ghostless» – Virginia Quarterly Review 71.2 (Spring 1995): 270-79.
- Renacimiento – “Revival” – Virginia Quarterly Review 76.4 (Autumn 2000): 713-720.
- Jolo – “Jolo” – Mid-American Review 21.1 (Fall 2000): 6-22. // “Jolo” Backcountry: Contemporary Writing in West Virginia. Ed. Irene McKinney, Morgantown, WV: WVU Press, 2002. 209-223.
- Wappatomaka – “Wappatomaka» – Antietam Review 14 (Spring 1994): 11-12.
- Tierra – “Dirt” – The Chariton Review 26.2 (Fall 2000): 21-25.
- Hierba alta – “Tall Grass» – Shenandoah 47.4 (Winter 1997): 30-32.
- Hermana – “Sister» – Wind 22.70 (1992): 54-61. // “Sister» – Best of Wind. Ed. Steven R. Cope and Charlie G. Hughes. Lexington, Kentucky: Wind Publications, 1994: 186-93.
- Carnada – “Bait” – The Southeast Review 21.1 (Spring 2001): 64-80.
- A por leña – “Getting Wood» – Antietam Review 9 (Spring 1989): 17-18.
- Chicos redneck – “Redneck Boys” – Grit Lit: A Rough South Reader. Ed. Tom Franklin and Brian Carpenter, Columbia, SC: The University of South Carolina Press, 2012. 313-321.
- Temporada de cuervos – “Crow Season” – Chattahoochee Review 21.2 (Winter 2001): 93-98.
- Cultivo comercial: 1897 – “Cash Crop: 1897″ – The Massachusetts Review 40.1 (Spring 1999): 11-25.
*Las imágenes que acompañan esta entrada son de Marion Post Wolcott, fotógrafa estadounidense que trabajó para la Farm Security Administration y que documentó durante la Gran Depresión estadounidense situaciones de pobreza y necesidad. De 1938 a 1942, Wolcott viajó por Estados Unidos, y su primer destino fue precisamente West Virginia. Su madre le aconsejó que observase el entorno para entender mejor a las personas que quería fotografiar.
Título: Tierra vencida. Autor: Ann Pancake. Traductor: Javier Lucini. Editorial: Dirty Works. (2019). ISBN: 9788494775079. Páginas: 184. Precio: 22 €. Ficha del libro en Dirty Works: http://www.dirtyworkseditorial.com/ann-pacake
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