En la pequeña localidad de Oldtown se ha instalado un ambiente de terror y superstición debido a una orden de mujeres conocidas como «Las monjas negras», que siembran el miedo entre sus vecinos con sus procesiones nocturnas. En realidad no se trata de ninguna orden religiosa, sino de una comunidad de reclusas que creen en las propiedades curativas de la oscuridad para tratar graves casos nerviosos y psicopatológicos. Su actitud sospechosa, la creencia de que son capaces de ver en la oscuridad, y la rumorología harán el resto.
Con este ambiente oscuro, en el primer capítulo ya encontramos el primer cadáver de la novela, Cassie Thomas — y no serán pocos los que vayamos encontrando por el camino —. A este acontecimiento debemos unir el de la lectura del testamento del viejo Josiah Key. Sus herederos son 9, algunos más directos que otros, y la gran riqueza de la familia Key suscitará muchos enfrentamientos y rencillas. Las alarmas se dispararán entre los Key cuando es asesinada Rosalie y el motivo parece ser una confusión: el cadáver de Rosalie aparece con un llamativo sombrero que Simone le había vendido. Un sombrero que todos los familiares pudieron ver sobre la cabeza de Simone en el entierro de Cassie. Y casualmente, la muerte de Simone haría que sus familiares recibieran una importante suma de dinero. Por lo tanto, ¿el asesino quería matar a Rosalie o a Simone?
Si en novelas anteriores Ethel Lina White había brillado por su capacidad para que una vivienda nos provocase miedo, en esta ocasión ha sumado a esto los problemas familiares. Todos parecen preocuparse por la seguridad de Simone, quien parece ser la persona más amenazada en esta historia. Pero está claro que hay alguien que está ocultando sus intenciones reales y que tratará por todos los medios de deshacerse de ella. A pesar de que en ocasiones puede resultar confusa la aparición de tantos personajes (yo suelo recomendar hacer una pequeña guía, con quién es hermano, hijo, marido o nieto de quién), la correlación de tantos acontecimientos encadenados hace que la historia no te dé un segundo de respiro.
Uno de los elementos que más me han gustado de esta novela de la autora ha sido la introducción del humor en los diálogos. No es un humor del que te haga reír a carcajadas, pero sí del que te hace sonreír. Un humor negro, abordado con la sofisticación y la elegancia que poseen los personajes del libro, personalidades de la alta sociedad que viven sin más preocupaciones que las de una vida frívola y superficial:
«Shack me dijo que estaría en casa temprano. No recuerdo que haya llegado nunca tarde hasta hoy. Con un asesino por estos alrededores, además. ¡Oh!, es algo horrible ser asesinada. Y lo más molesto es esa secuela de publicidad que viene tras el crimen… Todo sale en letra de imprenta, la edad, y hasta la ropa interior que lleva una.»
A pesar de esto, hay un punto de la novela que considero que no funciona como debería. La aparición de la orden de «Las monjas negras» podría haber sido, desde mi punto de vista, eliminada por completo. Creo que fue una trama pensada originalmente como hilo conductor de la historia, pero que finalmente queda relegada a un segundo plano por el peso que coge la trama acerca de la herencia y los asesinatos que se producen en la familia Key. Es cierto que aporta ese toque de misterio, incluso de elementos sobrenaturales, pero desde mi punto de vista no acaba de encajar con la historia principal del libro.
En cualquier caso, opino que Ellas ven en la oscuridad es una magnífica novela de intriga. El ritmo no decae ni un solo momento, y el ver cómo va estrechándose el círculo en torno a los personajes que consiguen mantenerse con vida consigue que el lector sospeche de todos y cada uno de ellos. Así, disfrutarán tanto aquellos que disfrutan de acertar quién es el asesino como los que lo que quieren es saber cómo consiguen dar con él. Un gran cierre a la bibliografía de Ethel Lina White, ya que esta fue su última novela, publicada de manera póstuma en Noviembre de 1944.
Título: Ellas ven en la oscuridad (They See in Darkness). Autor: Ethel Lina White Editorial: G.P. Policíaca (1963) Año de publicación: 1944. Páginas: 205.